Las prisas no son buenas compañeras.
El pasado miércoles tuve un pequeño accidente con el coche, más bien otro coche atropello la parte lateral derecha de mi coche y todo, por las prisas con las que sale la gente desde bien temprano para ir al trabajo y que no conducen a nada.
Por fortuna fue eso, un leve accidente del cual solo tengo que lamentar daños en mi coche, un buen susto y una buena contractura en mí hombro derecho.
Lo peor de todo esto, el trajín que supone arreglar todos los papeles y el quedarme unos días sin mi coche, que al fin y al cabo es mi herramienta de trabajo todos los días.
Besos